Francia, reserva natural de zurdos

Hace unos días me vino un tema a la cabeza. Fue a raíz de la charla que mantiene Axel Torres con los lectores de Marca.com. Uno de ellos preguntó acerca de Trémoulinas, lateral zurdo del Burdeos, y Axel se deshizo en elogios hacia él. No es para menos. Vaya tesoro se ha encontrado el Girondins

No hay más que fijarse en los equipos punteros mundiales, y de los laterales izquierdos que juegan allí. En el Milan juegan Jankulovski y Kaladze. Ambos han superado la treintena, y su descenso físico es más que evidente, lo que limita bastante su juego. En el Inter, o bien Chivu, que es central, o Maicon, que es diestro, juegan en el lateral izquierdo. Como ven, ningún especialista.

En Stamford Bridge acertaron con el fichaje de Ashley Cole, quizá no el fichaje más mediático que haya hecho Abrahamovich, tampoco el más rentable económicamente, pero sí uno muy necesario que convierte al Chelsea en uno de los pocos equipos completos en todas las posiciones. En el City, por ejemplo, se han tenido que conformar con Bridge, un lateral más bien mediocre, y Garrido, que cuando se fue de España apuntaba maneras, pero ahí se quedó. Equipos históricos como el Bayern o el Madrid tienen que utilizar a diestros, como Lahm y Arbeloa.

Las selecciones tampoco es que tengan mucho donde elegir. En España rezamos para que Monreal no se tuerza, porque vemos como a Capdevila se le va acabando el gas, y el suplente, Navarro, pese a ser titular en el Sevilla, no creo que tenga el nivel necesario para una selección que aspire a ser campeona del mundo.

¿Y en Francia? Allí están Evra, Clichy, Abidal, Mathieu, el propio Trémoulinas...incluso Bastos, interior del Lyon, puede desempeñar la función de lateral a un buen nivel. Curiosamente, solo dos juegan en su país natal. Evra y Clichy lo hacen en Inglaterra (Manchester United y Arsenal), Abidal y Mathieu (Barça y Valencia), y Trémoulinas y Bastos en los ya nombrados Burdeos y Lyon, pero a la hora de elegir laterales para su selección, los Bleus son la única a la que le sobra calidad en la retaguardia siniestra.
Mientras en el resto del mundo tienen el problema de no encontrar un lateral zurdo de garantías, en Francia tienen el problema de desbordar calidad en esa posición. Bendito problema, pensarán algunos.
Otro problema más, pensará Domenech.